Mírame

Mirame

con la lenta sensación de tu apetito
izándose en la frutos de mi piel

arranca la pulpa en tensión herida
por la soledad de mi crápula amorosa

mírame con tu arrobada excitación
y desgaja el aire hasta llegar a mí

degusta la corteza tierna de mi celo
con la eléctrica ansiedad de una caricia

mírame con la vehemencia sísmica
de tu fragor obnubilado y ríspido

hiende en los emblemas de quien soy
los cálidos deleites de tus ojos.

Qué decir

Dice mi canto:
liberarás
la voz

dice el poema:
liberarás
instantes
 

dice mi sangre:
transcribiré
la vida

emancipa lo inerte:
dice
mi silencio

el alma fluye
en la música
del sueño

a quién
le importa
la prisión de los sentidos

a quién le importa
la jaula
del tiempo

el arte es un puerto
y -la muerte-
un mar de olvidos

Metageológica


Rasga
toca las nubes
embroca su molicie
en las alturas ríspidas
 

roca nervadura de sangre tectónica
encrespa en el cráter turbulencias grises
traduce los tremores de un acantilado agreste
gruñe desde el vientre su incrustada intemperancia
funde el clamoroso corazón de la entramada pétrea
  frunce funda en la llanura imperios de gruta y fumarola.

Música


Llegas tú: música relámpago lluvia de armonías
como gota de gestos interpretas la vida

tu concierto de indicios enmudece las horas
y en el lento interludio de tus ecos-espirales
infinitas caracolas me lamen las heridas

me dejan sumergido en la mar de tu pecho
-binaria partitura donde acallas mis himnos-

donde rasgan tus odas umbrosas escrituras
y una daga de hechizos cercena mi garganta.

Caligrama

Bebe las aguas de la mar/ el licor de un astro que embriague al abandono. Deja que las olas se impregnen a tu alma. Mira la gaviota del color en el puerto de las letras. Bebe tanta luz hasta que sacies tu nostalgia. Hasta que la vida se derrame en siete versos/ un verbo/ una lágrima. Mira el rayo que te besa en las pupilas: Deja entre tus ojos el ancla-resolana de una herida. El amor cicatrizado en cada trazo. Las ansias de tenerte entre los labios // -tintura de nada- //de ausencia (caligrama)

Claro de Luna

La luna busca esta noche mis anuencias 
Se acerca con la impaciencia más plena de su asombro
Con su resuello cristalino toca, por un momento, las mareas estáticas de mi piel
Su satinada presencia seduce los contornos de mis labios, la nocturna quietud de mis pupilas
Se amolda a las notas de mis ansias y danza, cercana y melancólica, extendiendo sus brazos a mi cuerpo
Se apropia de mis deseos con la caricia más liviana en el terso recorrido de sus rayos
Se abraza a mis desvelos
Besa mi cuello con la añorada pasión de un nardo en llamas
Se despoja de su vestido negro y viene hacia mí, tierna y floreciente, aclarada por la música de las miradas 
La luna se hace gemido en las ondas de la luz
Es su efigie la sombra de mi anhelo
Una sensación de húmedas texturas
Una brizna de alburas y de orquídeas
Posa el displiscente claror de su epidermis sobre los yermos litorales de mi pecho
De mi vientre... vaivenes de pleamar sobre mi sexo

Plaza

En medio de la plaza se queda mi silencio como un arbusto de ramas resecas
Veo el reflejo de las almas de otras vidas, la callada procesión del viento saturado de espectros sin clepsidras
Veo la ondulaciòn traslúcida del tiempo, el suave recorrido de paredes rasgadas por nubes y por años
Soy un árbol de vuelos sin tinieblas, un glauco susurro en la caída inmemorial de mi espejismo
Yo no tengo raìces, ni deseos de plasmar entre la luz mi sombra ajena, 
Yo soy un suspiro de internas latitudes, un remanso de augurios pasajeros
La voz de una fuente traduce mi soliloquio náufrago, recorre con caricias cristalinas la corteza despojada de mi tacto
En la tarde sideral soñada por el cuerpo, relojes sin espectros de saturado viento en la callada procesiòn de otras vidas, veo el reflejo
Resecas ramas de arbusto como un silencio, yo quedo en medio de la plaza, me veo sin verme, me ama mi soledad, me ama mi propio corazón y el resabio sombrìo del ensueño